by Jennifer Fong/PNN Interna del Instituto de Raza, Pobreza y Justicia de Noticias/Race, Poverty, Media Justice Institute intern
English follows
Aunque la epidemia de ser acosados por la policía de la Bahía por razón de pertenecer de una raza particular no es cosa nueva, ha habido una ola de acciones discriminatorias en contra de la gente de color, específicamente con sus autos. La comunidad emigrante Raza especialmente son forzados a lidiar con este problema, de tener la grúa quitarles sus autos, y lidiar con las serias consecuencias que siguen.
Donnaji Esteva del grupo comunitario Personas Organizando para Ganar Derechos del Trabajo (POWER), vino al circulo indígena de Prensa POBRE, el Martes pasado para traer atención a este tema y para ayudar a ell@s que están sufriendo por esta discriminación. Ella, y tres otras residentes locales de San Francisco, fueron recibidas tiernamente en el circulo de familia y amig@s en prensa POBRE, donde aprendimos de su sabiduría y compartimos la lucha hacia la justicia.
“Muchos autos son detenidos por tener un rosario colgando del espejo o por tener un rotulo que diga ‘for sale’ en la ventana,” Esteva explico. La policía ha estado alegando que las razones por estas acciones es para bajar el nivel de violencia. Pero no hay ninguna razón clara o legitima que pueda explicar porque hay tant@s inmigrantes siendo parrados por la policía. Personas son parradas sin explicaciones, interrogad@s intensamente, cuestionad@s por sus documentos, y después el vehículo es confiscado. Muchas familias, incluso son perseguidas por la policías después y siguen siendo aterrorizadas.
La situación se exagera con ell@s que no llevan una licencia valida, particularmente en la comunidad inmigrante. El resultado es devastador. Una fianza de $2,000 debe ser pagada antes que se devuelva el vehículo. “Incluso, después de que se a pagado la fianza,” Esteva explica, “la gente recibe su auto en medias condiciones.” Ella nos dijo, que muchos vehículos son devueltos sin radio, sistema de estereo, herramientas y otras pertenencias personales. Hasta la gasolina es robada del tanque.
Mas alarmante es el paso en que estos eventos están ocurriendo. En una publicación reciente del periódico, El Tecolote, 66,288 vehículos fueron tomados por la grúa en el ano fiscal del 2009. Esteva revelo que todo la gente Latina y inmigrante, cada una a tenido su auto llevado por la grúa por lo menos una vez. No hay ninguna persona que no ha pasado por este crisis. Un hombre hasta ha perdido quince vehículos. Algunas personas podrían preguntarse, como es que alguien en esta situación continuaría agarrando un nuevo vehículo, poniéndose en riesgo. La razón es que muchas de estas familias dependen en sus autos para sobrevivir a diario. Mucha gente trabaja lejos de donde viven y deben cargar muchas herramientas. Madres tienen dificultad montando toda su familia en un bus. Para hacer el caso peor, cuando la grua les quitan su auto, muchos son forzados a perder su trabajo, resultando en una carga mas para la familia que depende en el cheque.
La co-editora de Prensa POBRE, y sabia de la pobreza, Tiny, hizo la conexión de la represión policíaca de gente sin techo, gente inmigrante, y toda gente de color cuando contó su historia de cuando vivía en su auto con su mama, y tenían a la policía constantemente acosándolas, siempre quitándoles su auto. Ella se referir a su “crimen,” como, Manejando mientras eres Pobre y Manejando mientras eres Afro-Americano y Latin@.
Escritora residente de prensa POBRE y sabia de la pobreza, Vivian Hain contó su historia cuando la policía le discriminaba y tenia que luchar para manejar como gente pobre en la Bahía. Tuvo seis autos tomados por la grúa en el pasado ocho anos que ha vivido en Oakland. Uno de los policías le puso la pistola en su cabeza y no la dejo sacar nada de su auto antes de que se lo confiscaran.
Una pareja casada quien también estuvo presente en esta junta nos contó que a ellos le confiscaron sus autos dos veces. Le habían rogado a uno de los oficiales que los detuvo, que no sacaran a su hija del auto porque estaba siendo mucho frió y tenia problemas de la salud. El oficial no quiso escucharlos y cuando finalmente llegaron al hospital les dijeron que la niña tenia neumonía. El auto es vital para la salud de su hija, quien es sensitiva al clima fuerte, y se enferma de la neumonía cada ano. Ahora tienen que lidiar con una cuenta medica de $10,000, arriba de la cuota de la grúa que no pueden pagar. “Hasta ahora pagué $800 por el auto, pero todavía no nos lo quieren dar,” dijo el señor.
La empresa de San Francisco, Tegsco Llc Regreso de Auto, hace una cantidad de $3.7 millones cada ano, por confiscar y usar la grúa. POWER es protestando en contra de esta injusticia. El 7 de septiembre, el grupo tuvo una protesta de mas de 50 personas en frente de la empresa para presentarles un premio en forma de una gran rata con una corona por, “La Empresa mas Corrupta del 2009.” Desafortunadamente, nadie de la compañía estuvo presente para aceptar el premio. Aun así, POWER continua su llamado para poner un alto de la confiscación de autos por un periodo de 30 días, y que el costo de las cuotas sean reducidas. Aunque el grupo no se ha podido comunicar con el Fiscal de Policía actual, han hablado con la Fiscal de Policía anterior, Heather Fong. “Una cosa que es inspiradora fue que ella vio a la comunidad de San Francisco muy organizada y quiere enfrentarse al tema,” exclamo Esteva.
Pues, la campaña para enfrentarse a la discriminación racial esta en progreso, y Esteva invita a tod@s y cualquiera al las reuniones semanal de POWER, los Miércoles a las 6pm en la oficina 335 South Van Ness St. “Nos tenemos que movilizar para poner un alto ha esto,” dijo ella.
Cerrando el circulo, Tiny les agradeció a tod@s las almas en el cuarto que han sentido el impacto del prejuicio racial, y las ultimas palabras que dijo mando escalofríos de verdad en mi columna, “Una de las cosas que me salvo la vida es unirme a la lucha porque cosas como estas nos matan.”
Inglés sigue
Though the epidemic of racial profiling by Bay Area police is nothing new, there has been a recent wave of discriminatory actions taken against people of color, specifically their cars. The migrant Raza community especially is being forced to deal with the problem of having their vehicles towed, and the repercussions that follow are creating harsh realities.
Donnaji Esteva of the worker advocacy group People Organized to Win Employment Rights (POWER) came to POOR Magazine's indigenous news-making circle/Community Newsroom last Tuesday to bring attention to this issue and to help those that are suffering from it. She and three other local residents of San Francisco were warmly welcomed into POOR’s circle of family and friends, and we learned from their scholarship and shared in the struggle for justice.
“Many cars are detained for having a rosary hanging from the mirror, or a ‘for sale’ sign in the window,” Esteva explained. The Police have been claiming that the purpose of these actions is to bring down violence levels. But there is no clear, legitimate reason for why so many immigrants are being pulled over by the police. People are unexplainably pulled over, intensely questioned, asked for paper work, after which their vehicles are impounded. Many families are even followed by the police afterward and continue to be terrorized.
The issue is exacerbated for those that do not have a valid driver’s license, particularly within the immigrant community. The result is a devastating $2000 fine that must be paid before the vehicle is returned. “Even after the money is paid,” Esteva described, “people are only getting their cars back half complete.” She proceeded to tell us that vehicles are often returned without their radio or stereo systems, and tools and other belongings that were in the car go missing. Even gasoline is stolen right out of the tank.
More alarming is the rate at which these events have been occurring. According to a recent El Tecolote publication, 66,288 vehicles were towed in the fiscal year of 2009. Esteva revealed to us that of all the people she has spoken to within the Latino immigrant community, every single one of them has had their vehicles towed at least once. Not one person she has talked with has gone untouched by this crisis. One man has even had fifteen cars taken away. Some folks may wonder why someone in such a predicament would continue to get new cars and put themselves at risk. The reason is that many of these families depend on their automobiles for daily survival. Many people work far from where they live and must carry a lot of tools. Mothers have difficulty loading their entire families onto one bus. To make matters worse, when vehicles are towed some are forced to miss days of work, resulting in an increased hardship for any family that relies on a paycheck.
POOR/PNN Co-editor and poverty scholar Tiny linked the po’lice repression of landless/houseless folks, migrant folks, and all peoples of color when she told her story of being vehicularily housed with her mama and having the po’lice constantly stalking them and having their “hoopties” seized and towed for what she referred to as DWP/DWB (Driving while Poor and Driving While Black and Brown.)
POOR/PNN staff writer and poverty scholar in residence Vivian Hain told of her story of po’lice profiling and struggle trying to drive as a poor person in the Bay Area. She has had six cars towed during the past eight years that she has been living in Oakland. One of the policemen that pulled her over held a gun in his hand and did not allow her to get any things out of her van before it was taken away.
A married couple that also attended the meeting told us that they have had their vehicles impounded twice now. They had begged one of the officers that pulled them over not to remove their daughter from the car because it was very cold out and she has health problems. The officer did not listen, and when the family was finally able to reach the hospital, they found that their daughter already had pneumonia. Their car is vital to the health of their daughter, who is sensitive to harsh environmental conditions and falls sick with pneumonia every year. Now they face a $10,000 medical bill on top of the towing fine that they cannot afford. “Even today I paid $800 for the car, but they still won’t give it to us,” said the man.
The San Francisco Tegsco Llc Auto Return company makes an annual amount of $3.7 million by towing and impoundments, and POWER is rallying against this injustice. On September 7th, the group held a protest of over 50 people in front of the towing company to present them with an award in the form of a big rat with a crown for “The Most Corrupt Business of 2009”. Unfortunately, no one from the company was present to accept the honor. Yet POWER continues to call for a halt to the removal of any vehicle for a 30 day period, and that the cost of fines is reduced. Though the group has not yet been able to contact the current San Francisco Chief of Police, they have spoken with former Chief of Police, Heather Fong. “One thing that is inspiring is she found the San Francisco community very organized and wants to face this issue,” exclaimed Esteva.
Thus, the campaign to stand up against racial discrimination is in progress, and Esteva encourages everyone and anyone to join the weekly POWER meetings held every Wednesday at 335 South Van Ness St. “We must mobilize to stop this,” she said.
As the Newsroom came to an end, Tiny thanked all the souls in the room that have felt the impact of racial prejudice, and the last few words she spoke sent shivers of truth up my spine, “One of the things that saved my life was getting involved with the fight because this stuff kills us.”
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