Emeryville Hotel Manager calls ICE on his own workers to avoid paying them a living wage- workers stage a 'marriage'
by Angel Garcia/Poverty and Immigrant Scholar and Sam Drew/Race and Poverty Scholar Para espanol mire hacia bajo On a sticky Wednesday morning in June, Sam Drew, fellow reporter from POOR Magazine and myself were invited to a wedding ceremony. The couple, greed and corruption (ICE and the Woodfin Hotel Company) were hitched at high noon under the hot sun while security guards kept the peace. This theatrical marriage was meant to symbolize these two organizations, one created by the US federal government, one from an extremely rich individual as a corporation, each full of greed and corruption, joining together to prevent the Woodfin hotel workers from asserting their right to a living wage. A large crowd had gathered to watch the 'ceremony' at the Oakland federal building in protest of the Woodfin Suites owner’s recent action of calling ICE voluntarily against his own employees. The reason: the Woodfin employees had demanded a living wage and workers rights. 'I’m standing strong with Woodfin workers in the fight for back pay,' said Leslie Littleton, under the bright blue Oakland sky as the crowd cheered in agreement. As an inmigrant worker, myself, I have experienced this kind of abuse and I know all too well how often this tactic is used against low-income migrant families. Families that simply want a better opportunity to provide a decent life for their children; something we can’t get in our own countries. We will do anything to survive and put food on the table. As Teresa Molina, an inmigrante reportera for POOR Magazine, said, 'I am not here to take away jobs from others…I’m here to help my children survive.' To survive in this country, we need workers’ rights, a living wage and respect from our employers. We are simply asking to be treated as equal human beings and not like slaves simply because we are undocumented. Everyone at the protest had gathered to fight for these basic human rights. I spoke with Senora Luz Dominguez, who told me that when the employees started asking for 2 weeks back pay, many were fired. 'We’ve been fighting very hard to get the money we are owed, ' she said. Her voice lowered to almost a whisper as she added, 'It’s very sad to see the way they are using immigration against us.' Samuel Hardage, the hotel manager, did not seem to have a problem hiring undocumented workers until they demanded their rights. According to John Frieke, a city councilmember of Emeryville, unlike three other hotels, the Marriot, the Four Points Sheraton and the Holiday Inn, the Woodfin Suites have refused to abide by Measure C, a living wage and workers’ rights ordinance for all hotels in the area. In addition, the Woodfin Suites did not ask for verification of their workers’ social security numbers until September 2006 after workers had complained to City Council that the hotel wasn’t abiding by Measure C. Many feel that the sole reason for the hotel’s actions was the workers’ complaints. The hotel then started taking serious legal actions against workers protesting. Frieke said when he went with three workers to speak with the manager, for an unknown reason he wasn’t in the office. 'The next thing we know the Woodfin is seeking a restraining order against us. But the judge wouldn’t hear it. Thank God for an independent judiciary,' said Frieke. A spokesperson from Barbara Lee’s office also spoke at the post wedding speak-out about her commitment to see justice for the Woodfin workers. As I listened to the speakers, I began to wonder who the real criminals were, the undocumented workers surviving with pride and dignity or these companies who are working together to systematically abuse hardworking people? We are workers that are very important to the economy of this country and we’ve all been working hard for years, even decades with no rewards, no benefits and no rights. Like the Woodfin employees, I, too think its time we collect. El matrimonio entre la avaricia y la corrupcion Director de hotel en Emeryville llamo a agentes de migracion contra sus propios trabajadores para evitar un pago justo a los trabajadores- los trabajadores respondieron con un "matrimonio". En un pegajoso y aragan miercoles por la mañana el se ñor Sam Drew, un compañ ero y reportero de Prensa POBRE, fuimos invitados a una ceremonia matrimonial. Los novios, avaricia y corrupcion, los agentes de migracion y las companias de Woodfin Hotels, se casaron en la alta tarde debajo del sol mientras los oficiales de seguridad mantenian el order. Esta boda teatral simboliza a estas dos agencias, las dos llenas de avaricia y corrupcion que se union para prevenir que los trabajadores de los hoteles exijan sus derechos para un pago justo. Un grupo grande de personas se unio para mirar la ceremonia en el edificio federal de Oakland mientra le protestaban al due ño de las oficinas Woodfin Suites por haber llamado a los agentes de migracion voluntariamente contra sus propios empleados. La razon fue que los empleados de Woodfin habian demandado una mejor paga y derechos para los trabajadores. "Yo estoy parada fuertemente con los trabajadores de Woodfin en la lucha para que se les pagen sus pagos atrasados", dijo la senora Leslie Littleton, bajo el cielo azul de Oakland mientras el publico aplaudia en acuerdo. Como inmigrante trabajador yo tambien eh tenido la experiencia de estos abusos y los conosco todos muy bien. Estas tacticas son communes y an sido usadas contra familias inmigrantes de bajos ingresos. Familias que simplemente quieren una mejor oportunidad para prover una vida desente para sus hijos; habeses estas oportunidades no las tenemos en nuestros paises. Nosotros hacemos todo para sobrevivir y para poner comida en nuestras mesas como la señora Teresa Molina, una reportera migrante de Prensa POBRE, dijo, "Yo no estoy aqui para quitarle trabajo a otros. yo estoy aqui para poder ayudar a mis hijos a sobrevivir". Para sobrevivir en este pais, nosotros los trabajores necesitamos derechos, pagos justos y el respeto de nuestros empleadores. Nosotros simplemente estamos pidiendo que seamos tratados con igualdad y como personas humanas y no como esclavos simplemente por que somos indocumentados. Todos en la protesta se unieron para luchar por estos derechos humanos. Hablé con la senora Luz Dominguez, quien me dijo que cuando los empleados empesaron a pedir sus dos semanas de pago atrasado, muchos fueron despedidos. "Nosostros hemos estado peliando muy duro para que se nos de el dinero que se nos deve", ella dijo. Mientras bajaba su voz ella agrego, "es muy triste ver la manera en que ellos esta usando a migracion encontra nosotros." Samuel Hardage, el manager del hotel no tubo ningun problema al emplear a trabajadores indocumentados hasta que ellos excijieron sus derechos. De acuerdo a John Frieke, miembro del concilio de Emeryville, a diferiencia a otros tres hoteles, el Marriot, The Four Points Sheratton, y el Holliday Inn, las companias de Woodfin se an negado a segir la medida c. Esta medida aboga por los derechos de los trabajadores de los hoteles de la area. Ademas, el empleador no pidio verificacion de numeros de seguro social a los trabajadores hasta septiembre del 2006 cuando los trabajadores se quejaron con el concilio de la ciudad que los hoteles no estaban siguiendo la medida c. Muchos sienten que las acciones de los hoteles fueron tomadas cuando los trabajadores se quejaron. El hotel empeso a tomar serias acciones legales en contra de los trabajadores que se quejaron. El señ or Freike dijo que cuando el fue con tres trabajadores para hablar con el manager, por razones desconosidas el no se encontraba en la officina. " Sin que nosotros nos dieramos cuenta, Woodfin estaba consiguiendo una orden de restrincion en contra nosotros. Pero el juez no lo escucho. Gracias a dios que ay un magistrado independiente," dijo Frieke. Mientras escuchaba a las personas hablar, yo empese a preguntarme ¿quienes son los criminales?, ¿los trabajadores indocumentados que sobreviven con orgullo y dignidad, oh estas companias que se unen para sistemáticamente abusar a los trabajadores? Somos trabajadores importantes para la economia de este paÃs y todos hemos trabajado por años y decadas sin reconocimientos, sin beneficios y sin derechos. Asi como los trabajadores de Woodfin, yo tambien pienso que es hora de colectar. |