24 Abril, 2012
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Es un viernes. Tras las dos horas habituales de viaje en autopista llego a buscar a mi hijo. Toco en la puerta . Mi ex me pregunta que que quiero. Yo le recuerdo que alli vive un hijo nuestro. Ya yo habia pagado toda la pension alimenticia. Ella me dice que si no tengo una orden de visitacion, adios. “Papi”, grita mi hijo, desesperadamente, por la ventana. “Diego, por favor, no olvides que Papi tea ama” , le digo. Han pasado trenta y seis meses desde entonces y ahora estoy estancado en la pobreza, en San Francisco; en la tierra invadida donde criminalizan a los padres que estan sumidos en la pobreza.
Un cancer fue todo lo que quedo del sueño Americano de la familia nuyorrican de mi madre; Fue una epidemia que cunsumio sus cuerpos, sacrificios y el amor que alguna vez compartimos. Yo pense que quedaria un hogar al que yo pudiese traer a mi hijo. Mas solo queda el amor por el dinero, la voz de mi hijo que retumba en mi cabeza, “Papi” y un retrato que sonrie maliciosamente, en el Facebook que dice: “Aqui estamos los cadavers que quedan de tu familia junto a tu hijo. Ahora, sin ti, tendremos la oportunnindad de infectarle con nuestros sueños.”
Si, soy un imigrante y Papi boricua. Puedo ir a la Guerra, pero no puedo obtener un estipendio para pagar la pension alimenticia, ni estudiar, como los “Daddies” californianos. Soy un Papi y no un “Daddy”. Los “Daddies” desarrollan nanotecnologia que lavara tu cerebro. Los Papis tienen la dicha de esperar una hora en fila para comer una comida fumigada con temores a la pimienta imaginaria que dicen esterilizar a los hombres.Los “Daddies”, entre tanto llevan a sus hijos a ver animals marinos deprimidos, presos en picinas y a escuchar a sus mamis cantar. Mas, los hijos de los papis solamente escuchan, traumados, las voces de sus madres por altoparlantes estridentes que le preguntan que donde demonios esta el irresponsible de su padre. A los Papis no nos dejan ser padres.
A los Papis nos conocen como tecatos drogadictos, enfermos sexuales, convictos; como aquellos que traen la violencia al hogar. Eso dicen las cifras “oficiales”. En el entretanto, Las Mamis luchan por su cuenta y el estado les dice que no pueden cuidar de sus niños estando solas y terminan por quitarselos de todas formas. Me pregunto a donde estaran los Papis del Mundo.
Muchos de nosotros estamos sin hogar, lo que significa que estamos en peligro de ser tachados como criminales. Sam Drew, Tiny y Joanna Letz han escito sobre el tema en la Prensa Pobre, en el articulo “Who’s Poverty? Who’s Crime? Ademas, en el “Informe para la conferencia consultiva de Plan nacional para el maltrato de menores” Para implantar esas iniciativas concertadas, en el Condado de Alameda se creo una oficina del/ de la Coordinador/a de la Prevencion de la violencia , con recursos y personal para “conectar” y coordinar los diversos esfuerzos, dar seguimiento a las diversas iniciativas propuestas, ofrecer informacion , adiestramiento, desarrollo de recursos y actividades, y monitoreo de resultados de acuerdo a los planes establecidos.
En otra seccion de este llamado informe da a entender que segun los supestos expertos uno de los factores principales de la violencia en los hogares es la presencia de los hombres, pues hay estudios que incluyen a puertorriqueños y demuestran que la poblacion masculina es la mas violenta de la unidad familiar. Si consideramos la realidad de las politicas descritas y tomamos en consifderacion las tendencias nuevas de criminilizacion significa que que el estado norteamericano estereotipifica oficialmente, persigue y criminaliza a los Papis latinos. Asi es que el cancer destruye-familias y me ha separado de mi hijo.
Mas aun, aunque existen otros enfoques de prevencion para la violencia que se adaptan mas a la sensibilidad cultural de America Latina, en Estupidos Unidos se justifica el hacer de un lado tales metodos “informando” que los mismos“…responden a los differentes niveles de desarrollo y consensus que cada pais ha alcanzado con relacion al tema.” En otras palabras, los puntos de vista mas compasivos de las dinamicas familiares complejas de Latino America, que crean politicas de prevencion para la violencia, no deben usarse para Puerto Rico, ni para otros lugares en Estados Unidos donde hay concentraciones Latinas, ya que quienes lash han no estan tan desarrollados y por ende, no tienen un valor significativo.
Yo, sin embargo, hago un llamado a todos los Papis del Mundo, contra quienes estan discriminando, porque somos indigenas, negros, hispanos, o cualquier otro grupo sumido en la pobreza. Sepan que necesitamos luchar por nuestro derecho de ser padres. Y las Mamis, por favor tengan fe en nosotros, pues habemos aquellos que aun amamos a nuestros hijos. No permitan que el gran tirano blanco se interponga entre nosotros. Recuperemos la tierra, que es nuestra. Mas primero, recuperemos a nuestros hijos. Diego, mi hijo amado, no me olvides por favor
Ingles Sigue/English Follows
April 24, 2012
It was a Friday. I drove the usual two hours to pick up my son. I knocked on the door and my ex answered through the window: “Whadda you want?” “Do you forget that I too have a son here?” I said. I had paid my child support in full. “Do you have a court order saying he can visit with you? No? Then bye”, she said. “Papi! My son said peering desperately through the window. “Diego, please, never forget that Papi loves you.” This happened thousands of miles away, three years ago. Now I am stuck in poverty in San Francisco; in the solen land where all poor fathers or “Papis” are criminalized.
Cancer was all that was left of the dream that my mother’s Nuyorrican-family once had; of the “America dream”. It was the sickness that seems to have consumed their bodies, their sacrifice, and the love that we felt for each other. I though that we would, at least, have a home to take my son into. Instead, all that was left was greed and my son’s voice in my head saying “Papi!” and a Facebook picture of son next to the cadavers of what used to be my family. A smiling picture that says ” We get to infect him with our dreams now that you’re not here”.
Yes, I am a migrant, Puerto Rican Daddy. I can go to war, but I can’t get a child support stipend and a chance to study like California Daddies do. I’m a Papi, not a Daddy. Daddies develop nanotechnology that takes over brains. Papis get to make hour-long lines to get a plate seasoned with St. Peter psychosomatic sterilizer. Daddies take their kids to watch depressed marine life imprisoned in pool-jails and listen to their mother’s sing. Papis sons’ just get a trauma when they hear their mother’s at the top of their lungs saying “And where the hell is your irresponsible father? Papi’s don’t get to be Daddies.
Papi’s get a rep for bing no good junkies, sex-offernders, ex-cons, the ones that bring violence into the home. That’s what the numbers say, In the meantime, the “Mamis” struggle on their own, and the state says, you can’t take care of your child on your own, and they end up taking the kids away, anayways. Where are the Papi’s of the World?
Many of us are now homeless, meaning in danger of being criminalized. Sam Drew, Tiny and Joanna Letz, of Poor Magazine have spoken of of the evident dangers poor people are in, in their article Whose Poverty? Whose rime? Also, in the National Plan of Consultive Conference for Child Abuse Report it states: “In order to bring together previously agreed initiatives for violence prevention, there was an office created in the County of Alameda called Office for the Violence Prevention Coordinator, with resources and personnel to “connect” and coordinate the various common efforts, to follow-up to the diverse proposed alternatives, offer information, training, resource and activity development, and monitoring of results according to established plans. “
In a previous section of this “Report” it allows the implication that according to supposed expert opinions one of the main factors for violence in the family is the presence of men, because there were studies that indicated that Puerto Rican men have proven to be more violent than any other group within the family structure. If we look the reality of such policies and consider the new criminalization trends, it means that migrant Latino Papis are profiled, targeted and criminalized. That is how this family-destruction cancer operates and is what has kept me from my son Diego.
Furthermore, even though other, more culturally-sensitive violence prevention focuses have been developed in different places of Latin America, AmeriKKKa justifies their overlook by “reporting” that “…the difference between the focus of iniciatives of the US and Latin American countries (the differences in methodologies...) “respond to the differing development levels and varying concensus that each country has achieved in reference to the topic at hand”. In other words, more compassionate views of the complex family dynamics of Latin America, when it comes to developing violence prevention policies, are not to be used as models for Puerto Rico, nor other Latin-populated areas in the US, because their creators are not as developed and therefore, not of value.
I, however, call upon all the Papis out there that are being discriminated against because of you are Indigenous, Black, Latino, or of any other poor group. Know that we have to fight for our right to be Daddies. Mamis believe in us, we love our kids too. Don’t let the Man get in between you and your man. Let’s take our land back, but first, let’s take back our kids and our right to raise them in real community. Don’t give up! Diego, my son, please don’t forget me.